La leche orgánica alimentada con pasto proviene de vacas que comen pasto orgánico y forrajes secos durante todo el año. El resultado es una leche naturalmente nutritiva, más alta en CLA1 (ácido linoleico conjugado) y grasas Omega-3 con una proporción más equilibrada de grasas Omega 3:62.
Cuando las vacas son alimentadas con la dieta que evolucionaron para comer, el resultado final son granjas más sanas, animales más sanos y productos lácteos más sanos.