El eritritol se produce de forma natural en frutas y alimentos fermentados y es uno de los sustitutos mejor valorados pues, además de que se tolera mejor en el intestino y no altera la microbiota, posee hasta un 70 por ciento del dulzor del azúcar tradicional. Otro de los beneficios que señalan los expertos es que no contribuye a la formación de caries ni daña el esmalte dental.